Aluminé (Prov. de Neuquén) y su zona de influencia proponen una oferta bien variada de ríos y lagos para los amantes de la pesca de truchas, principalmente arco iris y marrones…
Temporada tras temporada se va imponiendo como un destino obligado para los mosqueros que gustan de una pesca sutil y sumamente entretenida. Una de las mejores zonas de “pesca fina” con mosca de toda la Patagonia, y casi una decena de ríos muy cerca de la localidad.
Este es el caso de Juan, conocedor de nuestra zona – aunque nunca la había visitado en esta época – que viajó desde Tucumán una vez más, en esta oportunidad acompañado de sus cuatro hijos. El plan: flotar el río Aluminé durante 5 (cinco) días: el primero con dos balsas y el resto con una, rotando los acompañantes mientras el resto de los muchachos hacen pesca de costa y vadeo en otros ambientes.
La noche previa a la primer salida nos encontramos en la hostería para ajustar detalles. Pronóstico de clima complicado y ríos en general bajos nos proponían un desafío interesante. El plan era armar dos equipos por pescador: una caña #4 o #5 con línea de flote para pescar con mosca seca (imitaciones de pequeños insectos en general) por si encontramos actividad en superficie y otra más grande #6 o 7 con línea de hundimiento y grandes streamers (imitaciones de pequeños peces en general) para tentar “despertar” a las más grandes.
Hay equipo
A las 8.30hs pasamos a buscar los pescadores y a las 9 ya estábamos armando los equipos a orillas del Alumine. Como esperábamos la pesca comenzó algo lenta bajo una llovizna molesta, poca o nula actividad en superficie así que nos inclinamos por buscar las truchas con streamers. Algún pique errado (seguramente por exceso de adrenalina) y tomadas lentas de las truchas, algo aletargadas por el frío reinante. Al llegar a un pool aguas abajo de la desembocadura del río Quillén encontramos un par de truchas alimentándose en superficie. Cambio de equipos y luego de algunos tiros una hermosa arco iris toma una Parachute Adams en anzuelo #20. Breve pelea, fotos y al agua.
Al llegar a otro pedrero aguas abajo, Damian canta el tiro que Javier ejecuta a la perfección. La línea cae estirada y la mosca entra pescando detrás de la piedra. Un ligero tirón para “darle vida” y la trucha no duda en salir a buscar la mosca. La clavada asegura el pique y luego de una linda pelea una hermosa marrón (la mejor de la jornada) está en manos del pescador.
El asado del mediodía al reparo del comedor de acampe ayuda a reponerse de la fría mañana (que ha alternado entre chaparrones helados y rachas de viento) pero que no ha conseguido bajar el entusiasmo de los pescadores, con algunas capturas más. Luego de la sobremesa continuamos con la jornada pesca. Damian sale río abajo con la primer balsa y la segunda remonta un poco para “dar espacio” y pescar unos bolsillos de agua prometedores. Segundo o tercer tiro y una buena arco iris toma en superficie.
Sobremesa y a continuar con la pesca
El mal tiempo de la tarde (fuerte viento y chaparrones ocasionales) obligó a cambiar la táctica de pesca consiguiendo varias capturas más alternando secas grandes y streamers, en ambas balsas, hasta concluir la primera jornada, alrededor de las 19,30 horas. Por la noche llovió bastante y hasta nevó en los cerros cercanos a la localidad haciendo descender bastante la temperatura. El pronóstico se cumplió al pie de la letra y las dos siguientes jornadas el fuerte viento se hizo presente. Los deseos de pescar pudieron más, por supuesto, así que armamos una salida frente al pueblo (el segundo día) y una más larga río abajo (el tercer día) a pedido de Juan, que quería volver a pescar esa zona.
La pesca se desarrolló en forma similar a la del primer día. Alternando intentos con secas y con los equipos más grandes. Cambiando entre streamers tradicionales y algunas articuladas grandes, logramos buenas capturas tanto de truchas arco iris como marrones. “Menos cantidad que a comienzos de temporada pero buenos tamaños” comentó Juan, quien en temporadas anteriores solo había pescado nuestra zona en esas fechas o en verano.
La nota del tercer día la dió una marrón tremenda que tomó en la caña de Juan: “Me sorprendió el tamaño” comentó, “terrible el tamaño de esa cabeza… lo fuerte del pique junto a mi clavada hicieron estallar el 0X (0,28 mm.)”. Su cara lo decía todo! El día siguiente tuvimos que suspender la salida ya que más que viento lo pronosticado se parecía a un huracán.
Para la cuarta salida el tiempo comenzó a cambiar. Si bien arrancamos pescando con streamers (consiguiendo tres capturas a los pocos minutos de haber entrado al agua) rápidamente cambiamos a los equipos con línea de flote, pesca que nos gusta mucho más (ni hablar de los pescadores)
Paulatinamente la mejora del clima y el aumento de la temperatura fueron cambiando las condiciones de la pesca y mejorándola bastante en cuanto a cantidad. La última fue una jornada a pleno sol pescando casi exclusivamente con secas con muchas capturas pequeñas y medianas (algunas grandes que consiguieron zafar de nuestros anzuelos emplumados). Los abrigos y camperas quedaron a un costado, terminamos en mangas de camisa. Un buen trozo de cordero de nuestra zona asado fue el mejor cierre para este maratón de pesca en nuestra zona.
Una mención aparte para el resto de los muchachos, que además de acompañar a Juan cada día de pesca, salieron a vadear por diferentes ríos de la zona también con muy buenos resultados, confirmando la estirpe pescadora de esta familia. También un especial agradecimiento a Juan, quien muy gentilmente nos permitió utilizar las fotos para ilustrar esta crónica, y a Damian Comparada que nos brindó la información detallada.
Gentileza de Raul Comparada de Pulmarí Fly Fishing
Guías profesionales de pesca con mosca: Raúl y Damian Comparada
Aluminé – Neuquén – Patagonia Argentina
Cel: 02942-15570558 o 02942 15537767 / Alternativo 02942 15476068
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Web: www.pulmariflyfishing.com.ar
