Como todos los años decidimos visitar el río Pichi Leufu, este pequeño río se ubica a una hora de Bariloche, en lo que llamamos la Estepa Montañosa. Un típico curso de agua de estepa que nace en el cerro Carreras y luego de recorrer más de 100 km desemboca en la represa Piedra del Aguila…
Volviendo al tema, como el día se presentaba más que fresco partimos sin apuro, arribamos cerca de las 10 am. Nos encontramos con un río alto y bastante corriente. Empezamos a probar distintas ninfas lanzando hacia la corriente, en sentido aguas arriba (dejando derivar) y aguas abajo (45°). Considerando que éramos tres pescadores nos distribuimos a cierta distancia entre nosotros de modo de no molestarnos.
Mis “invitados” eligieron una zona de corredera que choca contra la costa del frente donde se forman muy lindos pools (remansos) debajo de los árboles. Yo elegí un flat (zona con poca corriente y de cierta profundidad) previo a la corredera donde mis amigos pescaban. En principio no fue fácil hacer subir los peces. Luego de un corto tiempo empezó la actividad. La primer pieza fue una linda marrón de unos 500 gr, muy lindo pez que demandó unos buenos minutos de lucha. Pescábamos con cañas #4, líneas de flote y líderes finos (#3-4) de modo que no podíamos “prepear” mucho a los peces.
Por mi parte opté por buscar piezas más en profundidad así que agregué una wooly bugger lastrada en #8 para atraer a las más grandes. El río estaba un poco turbio por las lluvias y nevadas de días anteriores, de modo que lo razonable era usar colores oscuros (negro, marrón). Coloque una verde a ver si se veía en el agua y definitivamente se veía a medio metro de profundidad. No obstante, los peces no la atacaban muy abajo sino cuando levantaba por acción del arrastre de la línea. Concretamente me tomaban prácticamente en superficie.
Luego de media hora de pesca ya habíamos cobrado unas cuantas piezas pescando con ninfas, aunque a mí me resultaba muy bien la wooly. Así y todo cambié a ninfas (prince en #14) y definitivamente el nivel de pique mejoró mucho. Con el pasar del tiempo nos fuimos moviendo aguas arriba buscando en distintos sectores. Muy paradójico fue que en zonas profundas no había actividad. Probamos y probamos distintos niveles de hundimiento sin resultados. Nos movimos hacia una muy linda corredera que puede recibir hasta 3 pescadores. Allí tuvimos muy lindas capturas en arcoíris y marrones. Tamaños pequeños, agunas medianas (500 gr).
Ya había pasado toda la mañana y cerca de las 3 pm decidimos almorzar. Una excelente picada – y mejor vino – nos cargó de energía para volver al río. La tarde entibió un poco y se presentaba con poco viento. Situación ideal para pescar con secas o ninfas pero muy poca actividad en superficie. Por tanto seguimos con ninfas (prince, cooper John, pheasant tail en #12-14). En un momento de la tarde el pique llegó a su máximo climax, cobrando una trucha tras otras, en este caso con mejores tamaños. Personalmente elegí pescar una corredera profunda donde muchos peces se alimentaban en superfice. La actividad daba para poner secas pero preferí seguir con ninfas, la respuesta fue más que buena, definitivamente allí comían en la película: emergentes. Engañé las mejores piezas del día: arcoíris y marrones en el orden de los 600 gr. Muy linda pesca.
Lo extraño fue no encontrar piezas mayores si comparamos con el año pasado. Un dato importante: el agua estaba un poco turbia para que las más grandes “vieran” nuestros engaños. Así y todo tuvimos un excelente día de pesca. Considero que en cuanto aclare un poco y levante la temperatura ambiente tendremos jornadas mucho más productivas. Cerca de 60 piezas para tres pescadores es un día más que aceptable para el Pichi Leufu. Como siempre el Pichi no nos defraudó. Si a la buena pesca le sumamos la belleza del paisaje, no puedo decir menos que es uno de los mejores ríos del área de Bariloche. Si les gusta la pesca con equipos livianos, este es el río!!
Hasta la próxima!!
Gentileza de Eugenio Rivademar





