Hola Amigos Pescadores de SENTILAPESCA: En esta oportunidad recibimos el llamado de Luciano (Lucho) de Carnadas El Biguá (ubicado sobre ruta Provincial 90 a 350 metros de ruta Provincial 93 en Melincué), invitándonos a compartir un fin de semana y dar inicio a la temporada, ya que el pejerrey comenzó a activarse.
Esta Laguna se encuentra a 360 km. de Capital Federal (podemos acceder por ruta 7, ruta 8 o por ruta 9, unos pocos kilómetros más a recorrer, pero más seguro y rápido sin ingresar a pueblos o ciudades). La cita era a las 07 hs. en el Club Náutico de Melincue, donde están terminando una bajada náutica y si el clima lo permite prometen tenerla lista para este fin de semana entrante. Todavía se ven los estragos que hizo la inundación, dejando bajo el agua la Guardería Náutica e inclusive el agua llega a escasos metros de la ruta 90, donde varios pescadores hacen sus lances con boya plop para taruchas o de fondo en busca de pejerreyes.
Íbamos a compartir el tracker de Lucho con Cristian Gándara y Malcon Castelli de CR 23 Pro Fishing, que vinieron de Venado Tuerto. Al llegar ya estaban bajando el tracker al agua, cargamos los equipos sin perder tiempo y nos dirigimos al centro de la laguna, no sin antes pasar por las ruinas del antiguo Hotel Balneario construido a principios del siglo XX. Una vez en el lugar elegido, (casi 6 m. de profundidad), tiramos el ancla de capa para hacer un garete suave. Día soleado y con viento del este a 15 km. Comenzamos la jornada con el sol de frente, lo que haría complicado seguir el movimiento de las boyas.
Probamos con distintos formatos y variedad de color, las que mejor se desplazaban fueron las de Malcon que utilizaba unas ping pong plásticas. No pasaron ni 10 minutos que clavó un hermoso pejerrey de 45 cm. de 790 gr… explotamos de alegría!!! Si así comenzábamos la jornada ¿que nos esperaría?. La temperatura del agua estaba muy alta, lo que nos indicaba que cuando el sol apretara se harían presentes los mojarrones y dientudos. Los pique se hacían espaciados, casi todos se dieron de 30 a 50 m. de la embarcación con pequeñas corridas laterales, teniendo que estar muy atento para clavarlos.
Cuando se cortaba aparecían los mojarrones (verdaderamente zapatillas), momento que le agregamos un filet para que no nos descarnaran tan fácilmente. Sabíamos de antemano que todavía falta frió y que la temperatura del agua baje también, pero la ansiedad de desempolvar los equipos para el peje nos ganó de mano.
Existe una isla (actualmente sumergida) por la cual gareteamos teniendo muy buenos piques y corridas a pesar que era muy sutil, por momentos los confundíamos con los dientudos, pero al clavar “zapateaban” de lo lindo, al traerlos a la distancia hace que lo disfrutemos como nunca lo habíamos hecho.
Nos llamó la atención de no sacar pejes que no dieran la medida (juveniles), los cuales siempre están más activos y rápidos para tomar la carnada anticipándose a los matungos. Los buscamos a un profundidad de 30 a 40 cm. Sabíamos que al mediodía el viento dejaría de soplar y la laguna se plancharía, por lo que bajamos un poco más las brazoladas.
Hubo una hora que el pique se había cortado, probé con un paternóster para ver a que profundidad se estaban moviendo y no tuve un solo pique, se volvió a activar y lógico tire el pater rápidamente para volver esta vez con 3 boyas blancas que dieron muy buen resultado con varios de 35 cm.
Esta laguna tiene unos pejerreyes como pocas, con un récord de un peje de 1,8 kg. Lucho nos aseguraba que esta temporada Melincué explotará con su pesca. Muchos pescadores de la zona, alrededores e inclusive de Capital Federal, están esperando ansiosos que pasen estos meses cálidos para darse una vuelta por Santa Fe. Prometimos volver con los primeros fríos, para dar con los grandes matungos que sabemos que están aletargados por este calor, pero hambrientos y cazadores como ninguno.
Terminada la jornada disfrutamos un jugoso asado cocinado por Malcon, compartiendo experiencias con Sandro Benavidez que había entrado en otro tracker, corriendo la misma suerte que nosotros en cuanto a cantidad y calidad de la pesca.
El lunes antes de emprender el regreso, Lucho me invita a unos bañados que hay sobre un camino de tierra que rodea a la laguna, que sabiendo que también hay taruchas había llevado todo el equipo completo (siempre listo como todo pescador). Así que nos calzamos los waders y junto a su hijo Benjamín (un pequeño gran pescador) ingresamos en el desborde con el agua casi a la cintura. Benja probando con una boya plop encarnando con mojarron tuvo 2 hermosas llevadas sin poder clavarlas y levantarlas para la foto.
Nosotros probamos con señuelos de superficie, ranitas, bad-line, inclusive unos señuelos artesanales que hace mi amigo Eduardo Sagasta con una hélice y saque 2 pequeñas taruchas. Lucho tuvo 3 piques sin poder clavarlas, cuando se estaba poniendo lindo y disfrutando estar en el agua comenzó a soplar viento sur, se largo una fuerte lluvia que hizo que termináramos rápidamente la mañana, estando tan solo 1 hora.
Un especial agradecimiento al equipo de CR23 Pro fishing por difundir la pesca en Santa Fe, a Luciano que en todo momento estuvo atento a las necesidades del equipo brindando un excelente servicio como guía de pesca y también sus mojarras de variedad de tamaño. (Carnadas “El Bigua” – Santa Fe, Ruta Prov. 90 a 350 m. de Ruta Prov. 93 | Tel: 03465 15665757 | Facebook: El Bigua Carnada Viva)
Daniel Rodriguez