Todo empezó con un llamado de teléfono de mi compañero Pablo de Vuono, quien me preguntaba si el fin de semana estaba libre porque Pedro Prats, nuestro amigo y guía, nos estaba invitando a pasar una jornada a puro baitcasting…
Pedro nos había comentado que venía siguiendo un cardumen que se iba moviendo con la mojarra y que los dorados estaban bastante alterados entre los palos, que fuéramos sin dudarlo. Fué así que llegó el tan ansiado día, que larga se hace la semana cuando uno tiene la salida armada de antemano.
Partimos a las 4 AM rumbo a San Pedro, éramos 3 los aventureros: Pablo de Vuono, Pablo Gougeon y quien les escribe. Entre mate y charla se nos pasó el viaje, en 2 hs estábamos allá donde Pedrito (el guía) nos estaba esperando con su embarcación en la guardería listo para salir. Sin titubear cargamos los equipos y salimos en busca de los lingotes.
A pocos minutos de navegar encontramos un palerio donde el agua pegaba fuerte sobre ellos, Pablo de Vuono mete su primer tiró justo al palo y al segundo manivelazo siente el freno del reel y la corrida, pelea va… pelea viene… hasta que logra subir a la lancha un hermoso dorado de 6 kg, ya la adrenalina de saber que estaban se hacía sentir.
Salimos de ahí buscando más palerios, ensenadas, correderas, lugares donde podríamos encontrarlos. En cada parada para casteo lográbamos el objetivo: era tiro, pique, corrida, pelea, captura y devolución. Ya cayendo la tardecita con rumbo a la guardería, el guia nos dijo: – “Vamos a hacerle un tiro a esta barranca”, y así fue como terminaron volando los 3 señuelos al agua. Al cabo de un rato salieron 2 doradillos más, y en el último tiro se nos prendió una dorada hermosa de 10 kg… estuvimos más de 40 minutos peleándola contra la correntada y siguiendola mas de 500 metros para poder sacarla, una locura!
A modo de anécdota les cuento una, Pablo de Vuono aparte de enganchar todos los palos con los señuelos, nos comió todo el sushi y nos dejó sin comida; los dorados no eran los únicos con hambre al parecer – jajajaja -. Un consejo que les dejo para la gente que hace pesca deportiva en cualquier modalidad: siempre usen lentes por si vuela un señuelo y también el salvavidas, además otra cosa: el Paraná volvió a cobrar vida así que cuidemoslo, devolvamos las especies a su hábitat… sus hijos se lo agradecerán el día de mañana.
Gentileza de Daniel Murray