05/12/17 Arroyeando con el viejo

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Pesca realizada el día sábado 02/12/2017 | Después de varias salidas frustradas por diferentes motivos, hace exactamente un fin de semana atrás se gestaba la que sería nuestra escapada. Pocas palabras de por medio, las únicas que valieron fueron: “Te espero a las 8 am el sábado en casa”..

No son muchas las salidas que hacemos con mi viejo, pero siempre son únicas… él es ni más ni menos el tipo que me enseñó a pescar, el que me cuenta en cada salida las mismas historias que me encanta escuchar, una y otra vez.

LLEGÓ EL DÍA
Me puse el despertador a eso de las 7.30 am con la tranquilidad de saber que ya tenía todo comprado y acomodado de la noche anterior, medía hora bastaría para calentar el agua para tomar unos mates de camino al arroyo elegido. A las 6.15 de la mañana suena un TIMBRAZO! Naaaaa… deben ser los jóvenes que pasan por la puerta de casa sin ganas que se termine su jornada. Se levanta mi mujer y me dice: – ¿Vos no te vas a pescar? ¿Están tocando el timbre?, a lo que le contesto que me iba a las 8. Pasados 5 minutos más: TIMBRE otra vez!, me asomé y ahí lo tenía al pescador aprontado para nuestra jornada, nada más ni nada menos que una hora y media antes, como cuando Yo era chico.

Me levanto, me choco todo, salimos a comprar pan y de ahi rumbo al arroyo meta risa y risa hablando de la hora que me robó de sueño. Al rato llegamos al campo. Yo llevé sólo señuelos y él unos aparejos para pescar con carnada. Hicimos el campamento y a los 10 minutos emprendí mi recorrido en busca de las tarariras. Arranqué rumbo fijo, cortando campo y distancias del viboreante trazado del arroyo, suelo seco lleno de huellas de vacas… un verdadero desafío para los tobillos!

A PESCAR !
Una vez en ese punto, me encuentro con muy poco agua, buena vegetación sumergida y algún que otro movimiento. Comienzo a castear a una buena distancia para no ser detectado por las “chicas”. Se veían “lomear”, la temperatura era excelente pero las tarus se pusieron difíciles! No había forma de que tomen el señuelo, ni la forma, ni el color, ni la natación del mismo… NO ATACABAN NADA, se movían remoloneado, como sin ganas.

Insistí muchas veces en diferentes lugares, hasta que dejaron de moverse. Dos ataques, relativamente firmes, me rompieron las gomitas… lo que parecía fácil en un principio cambió de repente. Seguí hacía el próximo punto para ver si mi suerte podía llegar a cambiar pero no fue así. Ya había caminado alrededor de 1 hora y tenía que volver para hacer el pedazo de vacio al “pinche”. Ya cerca de las 11 hs comienzo a volver probando en los lugares que había tenido alguna chance desperdiciada, había tarariras de buenos portes.

 

Demoré unos 20 minutos de más porque en una zona que era casi imposible castear tuve un terrible ataque errado de una hermosa bestia negra que atacó ni bien el muñe salió de la “gambarrusa”; lo venía siguiendo y fue firme, como ninguno ese día… “Acá la tengo!!!” La traje un metro, no más… había mordido sólo las patas de la rana. Una vez más pasó lo mismo, no esperé para clavar, fue un acto reflejo y puedo haberle sacado el cuerpo de la rana de la boca porque era de buen porte.

Ya de camino al campamento pruebo en el primer punto y ahí mi suerte cambia. Capturo mi primer tararira, chica, pero con muy buen color: manchas bien marcadas y de color bien claro. Arribo al punto de encuentro cerca de las 12.30 hs con mucho para contar desde lo que vi, pero poco de pesca. Mi viejo tuvo lo suyo, se divirtió mucho con algunas boguitas que ya empiezan a andar, mucha mojarra y algún que otro “cabezón” de esos que habitan esas aguas: el bagre negro (lagunero o sapo). Los mejores piques… se fueron, lo mismo que me pasó a mi! ¿Mentiras de pescadores? – Jajajaja – que se yo, creo que no mentimos tanto!

Entre charla y charla prendo el fuego a la espera de que se formen brazas para asar el pedacito de vacío calculado para dos sándwich cada uno. Al cabo de una hora comimos, estaba realmente delicioso aunque todos los que pescamos sabemos que todo lo que se haga al borde del agua es más rico. Las 17 hs era el límite y ya eran las 14.

PANZA LLENA Y A VOLVER POR LA REVANCHA
Parecía que las tarariras se habían ido a dormir la siesta. NADA! En ese momento decido utilizar una rana casera de goma que pesa un poco más que las normales debido al proceso de reciclado de gomas inutilizadas por acción de las tarus. Le coloco una cuchara nº 4 para ganar más peso y hacer más ruido ya que las “chicas” estaban delicadas. Las repuestas, después de casi haber perdido las esperanzas, fueron casi instantáneas. Enseguida obtuve respuestas que quedaron plasmadas en imágenes.

 

Ya con parte del problema resuelto en cuando al aparejo de pesca ideal (Cuchara + rana casera montada sobre un anzuelo offset Nº 5), vuelvo por el cocodrilo. En el lugar era imposible hacer mas de dos casteos sin pegarle a un árbol o a los juncos que estaban de mi costa o en el pasto. En ese momento. dadas las condiciones. decido pescar de sentado, clara postura de “chinito” y a castear! Ya el inconveniente que me provocaban los árboles lo tenía solucionado pero el tema es que ahora no había movimientos. Cada tanto se movían debajo de la densa gambarrusa, pero lejos de atacar… hasta que empecé a hacer saltos con la rana. Tironcitos con la caña levantada hacían que la rana golpee contra la vegetación.

Tanto insistir tuvo sus frutos: la desperté! Tomó el señuelo en medio del trayecto con la vegetación, cosa que le puso un condimento extra a la lucha con el pez, mordió y se fue para abajo… la caña al límite! Logro sacarla de esa zona, que es donde generalmente ganan ellas, y ahí ya más tranquilo pero con la adrenalina a full disfruto de una hermosa pelea con una digna rival que me puso a prueba como todas las demás. Previa foto volvieron al agua. Ya cansado, con sed y arrastrando los pies volví al encuentro de mi viejo. Empezamos a guardar todo en cámara lenta por el cansancio acumulado y nos volvimos disfrutando de unos buenos mates amargos compartiendo las experiencias de una buena jornada de pesca prometiendo volver pronto.

Si se pesca o no, en estos casos, créanme que no es lo mas importante.
Abrazo y buena semana para todos!
Gentileza de Christian Andrés López‎ 

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1 comentario

  1. Muy buen informe, ahora si salis con tu viejo no podes llevar un carton de vino, gasta aunque sea uno en botella, abrazo

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